De vez en cuando se acordaba de la ciudad: del barullo,
de la actividad desde primera hora, de la vida de la gente palpitando en cada
rincón. De vez en cuando sentía que se había dejado algo atrás y, por un
momento se preguntaba qué habría pasado si la decisión hubiera sido otra. El
zumbido insistente del mensaje de whatsapp la sacó de sus pensamientos –“ven
rápido, ha comenzado la paridera”. Sonrió para sí, había acertado.